
¿Tu hijo/a tiene “mamitis”? ¿Llora cuando te vas solo un momento? o ¿parece que está enfadado cuando vuelves del trabajo? Todas estas reacciones están relacionadas con el apego.
Hoy te explico qué es el apego y la importancia de establecerlo cuanto antes con nuestro/a hijo/a con síndrome de Down para favorecer su bienestar emocional.
Qué es el apego
El apego es el vínculo emocional que se establece entre un bebé y su cuidador/a.
Se trata de un instinto de protección que les asegura la supervivencia. Por eso, los bebés nacen con ciertos comportamientos instintivos, como sonreír o llorar, que provocan el contacto o la proximidad en su madre o figura de apego.
Cómo afecta la noticia de síndrome de Down en el vínculo de apego
El vínculo con el bebé se inicia desde que está en el vientre. Así, si recibimos la noticia durante el embarazo, tendremos tiempo para hacer los ajustes emocionales necesarios, buscar información y prepararnos.
Pero si la noticia llega tras el parto, tendremos que pasar por el duelo de haber “perdido al hijo esperado”.
Las fases del duelo son cuatro:
- Impacto por la noticia
- Negación
- Tristeza o culpa
- Aceptación y adaptación
Es importante pasar por todas las fases para llegar a aceptarlo y adaptarnos a nuestra nueva circunstancia, estrechando así el vínculo de apego con nuestro bebé.
Este proceso puede durar varios días o incluso semanas, pero el bebé necesita a su madre desde el primer momento, sentirse seguro junto a ella, seguir escuchando su corazón y su voz, oliendo su aroma, recibiendo su alimento…
Por eso, para ayudar a transitar estas fases y establecer ese vínculo lo antes posible, es importante fomentar el contacto físico desde el primer momento: darle el pecho, abrazarle, sentir su piel, hablarle, dormir juntos….
Favoreciendo este acercamiento, el vínculo de apego se establecerá antes y el proceso de aceptación llegará con más facilidad |
Qué es el apego seguro
John Bolwby fue un psicólogo inglés que desarrolló la teoría del apego durante los años 70.
Sostenía que debía existir una figura de apego primaria, es decir, un vínculo diferente y más importante con una persona, que, generalmente, es la madre. Aunque también existan otras figuras de apego secundario.
Hay estudios que demuestran que los niños con apego seguro, generalmente a lo largo de su vida son más empáticos, menos agresivos, más maduros, con mejor autoestima |
Características del apego seguro
1. Mantenimiento de proximidad
Es el deseo del bebé de estar cerca de su cuidador principal.
Para ello, los bebés emiten ciertas señales que garantizan la proximidad de su cuidador, como llorar, acercarse, sonreír o buscarle con la mirada.
Las respuestas esperables en su cuidador son el contacto físico, la atención inmediata, y la anticipación a sus necesidades. Por eso, los padres o madres de niños con apego seguro son más sensibles a sus necesidades y reaccionan más rápidamente.
Si no respondemos sus señales de manera adecuada, el bebé lo vivirá de forma estresante porque lo interpretará como una amenaza para su supervivencia |
Te invito a reflexionar sobre la importancia de no dejar llorar nunca solos a los bebés, y menos aún por la noche, ya que instintivamente la noche es el momento de mayor peligro para una cría.
2. Refugio seguro
Consiste en poder volver a la figura de apego para sentirse seguros ante una amenaza o miedo.
Cuando un niño/a está asustado/a, buscará a su madre o cuidador y aceptará con facilidad su consuelo y protección. Aunque en algún momento puede ser consolado/a por otra persona, preferirá antes a su figura de apego.
3. Base segura
La figura de apego es la base de seguridad desde la que el niño/a puede explorar el ambiente que le rodea.
El niño/a podrá hacer excursiones cada vez más lejanas, siempre que sepa que hay una persona vigilándole y pueda volver a su lado en cualquier momento.
Esto será muy importante en sus futuras habilidades sociales. Por ejemplo, los niños con apego seguro, cuando van a la escuela, son más capaces de interactuar con los demás niños y con sus maestros.
4. Angustia de separación
Se trata de la ansiedad que se produce ante la ausencia de la figura de apego.
Es normal que aparezcan crisis de separación cuando el bebé percibe que su cuidador puede alejarse, pero cuando existe un apego seguro, experimentan menos miedo durante la separación y muestran alegría y tranquilidad cuando regresan de nuevo.
Si quieres, pues conocer más sobre la ansiedad de separación, qué es y como manejarla
Otros tipos de apego
El tipo de relación que se establezca entre bebé y cuidador en los primeros meses de vida, dará lugar a diferentes tipos de apego: Apego seguro, ambivalente, evitativo o desorganizado.
Los psicólogos Hazan y Shaver observaron que, aunque lo normal y esperable es que se establezca un vínculo seguro con su cuidador/a, esto no siempre sucede.
Encontraron que el factor determinante era la disponibilidad y capacidad de respuesta de la madre ante las necesidades de su bebé durante el primer año de vida.
Cuando las madres respondían de manera intermitente, rechazaban o ignoraban las necesidades de su bebé, éstos solían llorar más, estar más ansiosos y terminaban evitando el contacto |
Apego ambivalente
Los niños con apego ambivalente por lo general muestran una gran angustia cuando están separados de sus padres pero no se tranquilizan cuando vuelven, llegando incluso a rechazar su consuelo de manera pasiva o abiertamente con una agresión.
Apego evitativo
Los niños con apego evitativo tienden a evitar a sus padres, más aún después de un tiempo de ausencia. Por lo general no muestran rechazo pero tampoco buscan su contacto.
No tienen ninguna preferencia entre un padre y un extraño.
Apego desorganizado o inseguro
Los niños con apego desorganizado no tienen una respuesta clara de apego. Parecen mostrar un comportamiento confundido ante la presencia de su cuidador.
Main y Hesse indicaron que los padres que actúan como figuras de miedo y tranquilidad suelen crear niños que se sienten consolados y asustados por sus padres al mismo tiempo.
Favorecer un vínculo de apego seguro, es la base para que el niño/a adquiera confianza, autonomía y desarrolle un buen equilibrio emocional.