Inteligencia y emoción

Diestro o zurdo. ¿Es necesaria una lateralidad definida antes de comenzar la escritura?

imagen de hemisferios cerebrales en una niña con sindrome de down

Se dice que un niño ha adquirido una lateralidad definida, cuando muestra una clara preferencia por uno de los dos lados del cuerpo, el derecho o el izquierdo.

Adquirir esta lateralidad requiere un largo proceso, que en niños con neurodesarrollo típico finaliza sobre los 7 u 8 años, y es necesaria para poder comenzar con la escritura.

¿Qué relación tiene la lateralidad con la escritura?

Para poder orientarnos en el espacio, necesitamos tener un punto de referencia, que es uno de los dos lados del cuerpo. Esta orientación espacial es la base para poder orientarse también en una hoja de papel.

Intentar que aprendan a escribir antes de que hayan completado esta fase supone hacerles  elegir prematuramente un lado del cuerpo

¿Cómo se adquiere una lateralidad definida?

1- Línea media vertical

Cuando nacemos, nuestros 2 hemisferios cerebrales están separados por el cuerpo calloso y cada uno controla por separado la parte contraria del cuerpo.

Es como si en el cuerpo hubiera un eje o línea media vertical invisible que no se puede cruzar

imagen de cerebro controlando la parte opuesta del cuerpo

Así, se puede observar que un niño pequeño se pasa los objetos de una mano a otra, en lugar de que la mano derecha traspase al lado izquierdo o viceversa. 

Esta línea media es necesaria en los primeros años de vida para que ambos hemisferios se desarrollen por igual

Los movimientos que debemos favorecer en esta etapa son:

Movimientos simétricos:

Dar palmas, saltar con los pies juntos, coger una pelota grande, enrollar una alfombrita, amasar un rollo de plastilina…

Movimientos homolaterales:

Lanzar un objeto con una sola mano, enroscar un tapón, insertar piezas pequeñas, colorear o enrollar un ovillo de lana, mientras la otra mano sujeta la botella, la caja, el papel o el ovillo.

Movimientos alternos:

Gatear, andar, correr, trepar…

2-Disolución de la línea media vertical

En torno a los 5 o 6 años, en niños con neurodesarrollo típico, la línea media vertical se va disolviendo. Ahora las manos pueden cruzar al otro lado.

Si ambos hemisferios se han desarrollado en la misma medida, el cruce de la línea media se produce espontáneamente, no es bueno forzarlo.

Sólo si ya tienen adquirido el cruce, se puede reforzar el aprendizaje con movimientos cruzados, como juegos de palmas cruzadas, barrer o cualquier movimiento que implique que las manos pasen al otro lado del cuerpo.

Cómo saber si se ha disuelto la línea media vertical

Podemos jugar a “Simón dice” pidiendo que se toquen diferentes partes del cuerpo con la mano contraria: Si le pedimos que se toque los hombros y lo hace con la misma mano o si le pedimos que se toque los codos y no sabe (solo se puede hacer con la mano contraria) entonces aún no han cruzado la línea media y deberemos seguir haciendo las actividades de la fase anterior.

3- Lateralización

En torno a los 6 o 7 años, en niños con neuro desarrollo típico, los hemisferios ya están conectados y las manos pueden hacer movimientos diferentes para cooperar entre ellas, por ejemplo hacer un nudo.

Esta fase también aparece espontáneamente sin necesidad de forzar.

Una vez que la tienen adquirida, para fijar ese aprendizaje podemos hacer actividades que impliquen la cooperación de ambas manos: tejer, coser, hacer trenzas, atarse los cordones, abrochar botones…

4- Lateralidad definida

En torno a los 7 u 8 años, empieza la preferencia por uno de los dos lados del cuerpo: el derecho o el izquierdo. Esto se ve si eligen la mano, el pie, el ojo y el oído del mismo lado cuando tienen que coger, chutar, mirar o escuchar algo.

Una vez definida la dominancia de uno de los dos lados del cuerpo, podemos hacer algunas actividades para potenciar el lado dominante y la coordinación entre ojo – mano, ojo – pie, mano – pie:

  • Jugar al ping pong o al tenis
  • Lanzar dardos, encestar una pelota, jugar a las canicas, tirar bolos…
  • Pasar un saquito de arena por debajo de la pierna contraria y recogerlo con la otra mano.
  • Escribir o dibujar

Cómo saber si ya ha adquirido la lateralidad  definida:

La prueba de dominancia más sencilla y habitual es el test de Harris, ya que sólo hay que observar qué lado del cuerpo elige para hacer estas actividades:

  1. Dominancia de la mano: se le pide que realice algunas actividades de forma real o imaginaria: lanzar una pelota, cepillarse los dientes, peinarse, abrir una puerta….
  2. Dominancia del pie: normalmente se pide que lance una pelota con el pie o se ponga a la pata coja.
  3. Dominancia del ojo: se puede enrollar un papel en forma de catalejo para pedir que mire por él.
  4. Dominancia del oído: se le pide que coloque el oído en la pared o en una caracola a ver si escucha algo.

Es importante repetir el ejercicio varias veces, por ejemplo, darle 3 caracolas a ver por cuál se escucha mejor o lanzar la pelota varias veces, para comprobar si siempre elige el mismo lado.

Si elige siempre la parte derecha en todas las actividades (o siempre la parte izquierda) podemos afirmar que ha adquirido la lateralidad.

Si mezcla ambos lados, por ejemplo prefiere la mano derecha y el ojo izquierdo, entonces tendremos que seguir trabajando las actividades de las fases anteriores, para que llegue a esta fase de forma natural.

Lateralidad y neurodesarrollo en síndrome de Down

Como ya hemos visto, adquirir una lateralidad definida es el resultado de un proceso de neurodesarrollo que se completa en torno a los 7 u 8 años.

Este largo proceso prepara al sistema nervioso para escribir, leer, hablar con gramática completa o tener coordinación, entre otros.

El síndrome de Down es un trastorno del neurodesarrollo, por lo que este proceso se ve enlentecido y entorpecido en sus diferentes fases.

Por eso, no podemos esperar que a los 7 años estén preparados para escribir, y mucho menos, forzarlo.

Observaremos que tardan más tiempo en cruzar la línea media, en utilizar las manos de forma cooperativa y en mostrar claramente si son diestros o zurdos.

En caso de que en el colegio tengan que escribir y aún no tengan la lateralidad definida, intentarán que escriban con la mano derecha.

La consecuencia más probable será la dislexia, tendrán dificultades con el orden, los márgenes, la distribución y la dirección de la escritura de izquierda a derecha. Además le costará diferenciar entre letras parecidas como p-b, q-d, b-d…

En lugar de insistir con aquello en lo que tiene dificultad, es mejor trabajar la fase anterior.


El proceso de lectura y escritura no van necesariamente unidos, por eso, para que la adquisición de la lectura no se vea retrasada, es recomendable empezar a trabajarla con métodos globales, como Troncoso o Doman, que además, favorecen el proceso de neuro-desarrollo.

Fuentes:

Bases para el éxito en el aprendizaje.Tamara Chubarovsky

Las bases neurológicas. Nacho Calderón Castro

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