
Un niño/a con síndrome de Down no tiene por qué tener problemas de comportamiento más allá de los habituales en la infancia, por eso, si alguna de sus conductas te resulta llamativa o extraña, puede que se deba a una dificultad de procesamiento sensorial.
El procesamiento sensorial es la capacidad para organizar todos los estímulos que recibimos y dar una respuesta adecuada a ellos.
Estamos constantemente recibiendo estímulos del exterior y del interior de nuestro cuerpo.
- Los estímulos que provienen del exterior son los estímulos sensoriales y los captamos a través de los cinco sentidos.
- Los estímulos que provienen del interior, son los estímulos propioceptivos y vestibulares, que nos informan de nuestra postura, movimientos y posición en el espacio.
Integrar la información
Para que nuestro sistema sensorial no se sobrecargue con tanta información, debe priorizar los estímulos importantes y descartar los demás.
Por ejemplo, durante una conversación, debemos darle prioridad a escuchar lo que nos dice la otra persona y a nuestra postura y movimientos e ignorar el ruido de fondo, el tacto de la ropa, el contacto con la silla o la decoración de la sala, para poder responder adecuadamente.
Sin embargo, si en ese momento se produce un ruido fuerte o notamos humedad en nuestra ropa porque se ha derramado el agua, priorizaremos nuestra atención hacia ese estímulo.
Estamos eligiendo constantemente sobre que centramos nuestra atención para poder responder de manera eficiente. |
“Cuando un niño actúa de forma adaptativa, nos damos cuenta de que su cerebro está organizando las sensaciones eficientemente”
Jean Ayres
Problemas de modulación sensorial
La modulación sensorial permite prestar atención a lo que es importante e ignorar la que no lo es, elevando o disminuyendo la información según sea necesario.
Si existe un problema de modulación sensorial en nuestro/a hijo/a, pueden darse 3 tipos de respuestas:
Respuestas exageradas:
En este caso, poca estimulación sensorial dispara su sistema nervioso. Al no descartar los estímulos irrelevantes, el exceso de información provoca respuestas exageradas.
Puede ser demasiado sensible a un ruido de fondo, al contacto ligero, a las tareas de aseo como peinarse, a ciertas texturas de alimentos o a ciertos tejidos de su ropa.
Eso hará que no pueda centrarse en la tarea importante y que no tolere los cambios en su ambiente o rutinas, ya que habrá demasiados estímulos sobrecargando su sistema nervioso.
Respuestas reducidas:
En este caso, hace falta mucha información para que su sistema nervioso responda
Puede mostrarse muy lento e inmotivado, tener dificultades para responder o interactuar, no darse cuenta de cambios en su ambiente (que entre una persona en la habitación) o en su cuerpo (tener la cara manchada).
Buscador de sensaciones:
Se expone a riesgos innecesarios, choca contra las cosas, chupa o muerde los objetos, sus manos o su ropa, toca las cosas o personas en exceso, se mueve y hace ruido constantemente o da vueltas sin marearse.
Estos comportamientos pueden deberse a que necesitan mayor cantidad de estímulo sensorial o a que buscan un estímulo en exceso para disminuir o apagar los efectos molestos de los otros estímulos, por ejemplo canturrear constantemente para “apagar” los demás ruidos.
El procesamiento sensorial en niños con Síndrome de Down
En los niños con síndrome de Down se puede dar cualquiera de los 3 tipos de respuesta anteriores.
Algunos estudios muestran una mayor frecuencia en la respuesta reducida, pero normalmente es debido a su hipotonía o a problemas auditivos.
Por eso no hay que confundir un comportamiento habitual en niños con síndrome de Down con un comportamiento por desintegración sensorial
Para distinguirlos debemos atender a su edad de desarrollo y a la frecuencia e intensidad de sus comportamientos.
Diferencia entre un comportamiento normal infantil en síndrome de Down y uno por desintegración sensorial
COMPORTAMIENTO INFANTIL SÍNDROME DE DOWN | COMPORTAMIENTO POR DESINTEGRACIÓN SENSORIAL |
Tiene preferencia por un tipo de ropa | Solo lleva un tipo de ropa o se irrita con ciertos materiales |
Tiene precaución con las nuevas actividades motoras | Se siente alterado con determinados movimientos |
Le disgustan las tareas de aseo | Se resiste a las tareas de aseo |
No parece ser consciente del peligro o tiene resistencia al dolor | Busca situaciones peligrosas o no reacciona al dolor |
Le gustan los sabores fuertes | Es demasiado melindroso con ciertas texturas o sabores y solo come un tipo de alimentos |
Le gusta andar descalzo | No soporta los zapatos o no soporta estar descalzo |
Tiene que mirar sus manos de cerca para hacer una actividad de destreza | Siempre parece torpe con sus manos incluso cuando lleva mucho tiempo haciendo esa actividad |
Se cansa fácilmente | Parece incapaz de iniciar o terminar una actividad |
Tiene problemas en los cambios de actividad | Se siente muy molesto por cualquier cambio en su rutina o en su entorno |
Necesita que le repitan las cosas o le ayudan las instrucciones visuales | Necesita varias llamadas físicas para iniciar la acción |
Se distrae con facilidad | No es capaz de prestar atención si hay ruido de fondo |
¿Cómo se explican esos comportamientos típicos de niños con síndrome de Down?
Estos comportamientos, descritos como típicos en niños con síndrome de Down, se deben simplemente a una maduración más lenta de su sistema nervioso, que no hay que confundir con un problema de procesamiento sensorial.
Por ejemplo:
– La dificultad para recibir información visual puede deberse a pérdida de visión o dificultad en la percepción de la profundidad
– La reacción exagerada a ciertos estímulos puede deberse a problemas de piel sensible o dolor de oídos.
– La dificultad para atender a instrucciones verbales puede deberse a pérdidas o fluctuaciones en el oído.
– Llevarse las cosas a la boca puede deberse a una etapa normal en su edad de desarrollo
– El bruxismo (frotarse los dientes) puede deberse a inestabilidad en la mandíbula o a infección de oídos.
– La hipersensibilidad a ciertas texturas de los alimentos puede deberse a una fístula traqueoesofágica puede producir molestias al tragar ciertos alimentos.
– Mirarse las manos al hacer una tarea de destreza puede deberse a su hipotonía, que a veces genera problemas propioceptivos y necesitan mirarse las manos o los pies para hacer una actividad o para usar la fuerza exacta.
– Una reacción más lenta a la información táctil puede ser por dificultades para sentir el dolor
– Los problemas de equilibrio puede deberse a una maduración más lenta del sistema vestibular
¿Y si realmente tiene un problema de procesamiento sensorial?
Si aun así, sospechamos que nuestro hijo/a puede tener dificultades de procesamiento sensorial, es importante acudir a un terapeuta ocupacional para que diseñe un plan de acción individualizado, una vez que ha observado y evaluado las necesidades sensoriales del niño/a.
En el hogar, la estrategia principal es adaptar el entorno a sus necesidades sensoriales, ya que se ha visto que los niños con síndrome de Down responden muy bien a pequeñas mejoras en su entorno que les facilitan su adaptación. Por ejemplo, cambiar el tono del teléfono, bajar el volumen de la tv o tener mordedores a su disposición si buscan presión en sus mandíbulas.
Algunas estrategias que podemos usar en el hogar:
Si su respuesta es exagerada:
Debemos observar qué le genera esa reacción para disminuir o compensar la intensidad de ese estímulo
- Acercarnos siempre de frente para evitar un contacto inesperado
- Darle masajes profundos en el cuerpo, en las manos u ofrecerle juguetes que vibren.
- Llevar ropa pesada y usar mantas gruesas para dormir
- Elegir prendas agradables al tacto como algodón o lana en lugar de lycra.
- Apretar una pelota, abrazar a un muñeco o estar envuelto en una manta mientras se le realizan tareas de aseo como peinarse. Si las tareas las realizan ellos, serán menos sensibles porque están controlando los estímulos.
- Reducir la sobrecarga visual a través de ambientes ordenados con pocos elementos
- Reducir el ruido ambiental y el volumen de los aparatos del hogar
Si su respuesta está disminuida:
Si va a realizar una tarea cognitiva, es útil que estimulemos su sistema sensorial previamente.
Por ejemplo, podemos buscar algún juego para que corra, salte, cante, baile o dé palmas al ritmo de la música. Puede echarse agua fría en cara y manos o probar algún alimento ácido, crujiente o helado…
Si son buscadores de sensaciones:
Debemos proporcionarles un tiempo diario de estimulación sensorial donde pueda satisfacer sus necesidades sensoriales de manera adecuada:
- Jugar con arena, pintura, plastilina…
- Darle muchas oportunidades de movimiento: correr, trepar, saltar, balancearse…
- Llevar objetos pesados
- Dejarle usar mordedores
Cuando deben estar quietos y prestando atención, es útil que puedan realizar algún tipo de movimiento que les calme, sin distraer al resto:
- Dejar que juegue con algo que se pueda doblar o apretar
- Permitirle cierto movimiento cuando debe estar sentado/a, como sentarse en una pelota grande
El 15% de los niños, en la población general, tiene dificultades de regulación sensorial. Es importante detectarlas a tiempo y no confundirlas con otro tipo de comportamientos, para ofrecerle una solución adaptada a sus dificultades.