Atención temprana

Cómo mejorar el equilibrio en niños con síndrome de Down

imagen niña sindrome down en columpio sistema vestibular

Conseguir un buen equilibrio físico es necesario para desarrollar el equilibrio emocional y además es la base para poder alcanzar los hitos del desarrollo motor como sentarse, gatear o caminar. De ahí la importancia de estimular este sistema desde los primeros meses de vida.

Un niño que no tiene un buen equilibrio, no podrá tener un buen desarrollo motriz

El sistema vestibular

El sistema vestibular es el responsable de que el niño pueda orientarse y mantener el equilibrio ya que ofrece le información del desplazamiento y la posición de su  cuerpo en el espacio.

El sistema vestibular se encuentra en el oído interno  y consta de 3 canales semicirculares con líquido dentro, dispuestos en las 3 direcciones espaciales (derecha/izquierda, delante/detrás, arriba/abajo).

De esta forma, cuando nos movemos, el líquido también se mueve, ofreciéndonos información de la posición y movimiento de nuestro cuerpo.

Además, es el encargado de permitir que la imagen sobre la retina sea estable aunque nos estemos moviendo, siendo ésta una de las claves del equilibrio.

Indicadores de un sistema vestibular inmaduro

Aunque este sistema es uno de los primeros en desarrollarse durante la etapa prenatal, debe madurar progresivamente a lo largo de los 7 primeros años.

En niños con síndrome de Down, cuyo desarrollo es más lento, la maduración se prolongará algunos años más.

Cuando son pequeños, se puede estimular la maduración del sistema vestibular con actividades sencillas de la vida diaria. Pero si observas alguna de las siguientes alteraciones cuando son adolescentes o cuando ya son adultos, es síntoma de un sistema vestibular inmaduro, que tendrá que ser tratado a través de una terapia específica.

Equilibrio:

Dificultad para mantener el equilibrio o lo pierde cuando hay mucha estimulación externa, es decir, necesita estar muy concentrado para tener equilibrio, no le sale de forma natural.

Se marea con frecuencia o se siente ansioso al subir y bajar escaleras

Orientación:

Dificultad para orientarse en el espacio

Coordinación:

Poca coordinación de manos y pies, torpeza motora

Atención:

Distracciones frecuentes y dificultad para atender

Vista:

Falta de estabilidad en cuello y ojos, dificultad para seguir con la mirada los objetos o las letras al leer, pueden ver borroso

Oído:

Dificultades para comprender el lenguaje

Síndrome de Down y sistema vestibular

Cuando llevamos a María a su primera valoración en atención temprana con 2 meses, la terapeuta nos dijo algo que me llamó la atención y es que los niños con síndrome de Down suelen tener miedo al desequilibrio. Esto puede afectar al gateo, porque hay momentos de desequilibrio cuando se lanzan hacia delante para poner las manos alternativamente en el suelo.

El investigador Alberto Costa, de la facultad de medicina de la Universidad de Colorado, EEUU, publicó un estudio en la revista «Experimental Brain Research», que concluía que la causa de la falta de equilibrio en la mayoría de las personas con síndrome de Down estaba en una alteración del cerebelo, que controla el reflejo  de los ojos.

Estos reflejos permiten mantener la mirada fija sobre un objeto aunque nos estemos moviendo (reflejo vestibular) o aunque se esté moviendo el objeto (reflejo optocinético).

El tener disminuidos los reflejos ópticos  puede hacer que las cosas les parezcan borrosas cuando están en movimiento, además de ser la causa de que caminen más tarde, tengan un menor equilibrio y un bajo tono muscular y control postural.

Así que si éste es uno de sus puntos débiles, debemos poner especial atención en estimular su sistema vestibular desde los primeros momentos de vida

Cómo estimular el desarrollo de su sistema vestibular

El cerebro de los niños tiene una gran necesidad de este tipo de estimulación, ya que es necesaria para su desarrollo.

La maduración del sistema vestibular se produce de manera progresiva, y lo hará principalmente experimentando el movimiento en las 3 direcciones espaciales durante las diferentes etapas de su desarrollo:

Movimiento rítmico ejercido desde fuera:

En esta primera fase, es el adulto el que le proporciona el movimiento al niño.

Empieza en el embarazo, con el movimiento de la madre al andar, y prosigue cuando son bebés y les balanceamos en nuestros brazos o les porteamos

Movimiento autónomo:

En la segunda fase, es el niño quien hace sus propios  movimientos de manera autónoma.

Desde que son bebés debemos permitirles el movimiento libre en el suelo y cuando ya caminan, ofrecerles variadas oportunidades para saltar, correr, dar vueltas, balancearse, etc…  

La mayor parte de los movimientos que hacen, contribuyen de manera espontánea al desarrollo del equilibrio, pero los 3 que más influencia tienen son:
– Girar
– Rodar
– Colgarse boca abajo

Si se los hacemos nosotros, estos movimientos deben ser lentos y suaves, teniendo en cuenta sus reacciones. Los aparatos que hay en  los parques infantiles como columpios, balancines o toboganes también cumplen muy bien esta función

La conquista del equilibrio:

Esta fase es el resultado natural de la maduración del sistema vestibular, por tanto es una fase que no se puede forzar.

Si el niño aún no tiene equilibrio, no hay que forzar, sino volver a trabajar la fase anterior de balanceo, siempre que aún esté en una edad anterior a los 9 o 10 años.

Si se trata de un niño mayor o un adulto y no tiene equilibrio, conviene llevarle a terapia ocupacional donde trabajarán este aspecto de forma específica.

Una vez que el niño adquiere el equilibrio, por ejemplo, puede mantenerse sobre una sola pierna, podemos proponer actividades que ayuden a consolidarlo, como montar en bici, patinar, andar por una tabla, etc.

El desarrollo del equilibrio emocional:

Como resultado del equilibrio físico, se conseguirá el equilibrio emocional y el niño podrá permanecer quieto y atento.

En población general ocurre sobre los 7 años, así que en síndrome de Down, por su desarrollo más lento, la capacidad para estar quietos y atentos aparecerá más tarde.

Por desgracia en la etapa infantil de muchos colegios, los niños deben permanecer sentados y atentos sin tener aún la capacidad y el control suficientes para poder hacerlo.


«La vida es como montar en bicicleta; para mantener el equilibrio debes seguir moviéndote»

Albert Einstein

Fuentes:

Tamara Chubarovsky. Bases para el éxito en el aprendizaje infantil

https://sid-inico.usal.es/noticias/investigacion-sobre-el-sindrome-de-down-los-reflejos-oculares-y-el-equilibrio/

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