Educación activa

El cesto de los tesoros: una forma sencilla de estimular el cerebro de tu bebé

El cesto de los tesoros es uno de los recursos más útiles que podemos usar con nuestros bebés no solo como forma de entretenimiento sino como una forma de desarrollar su cerebro.

Qué es el cesto de los tesoros

El cesto de los tesoros como juego y forma de aprendizaje para bebés fue creado por Elinor Goldschmied.

Se trata de una colección de diferentes objetos cotidianos que incluiremos en una cesta no muy alta (35 cm de diámetro y 10 de altura aproximadamente) de mimbre o rafia, para que el bebé pueda explorarlos tranquilamente.

No se trata de juguetes de bebé sino de objetos que utilizamos en casa. Y es que los bebés se sienten muy atraídos hacia los objetos cotidianos que nos ven utilizar.

Qué utilidad tiene en niños con síndrome de Down

Aunque éste es un recurso que se usa con todos los niños desde que se sientan solos, utilizarlo en bebés con síndrome de Down es especialmente interesante por las siguientes razones:

1.La etapa desde que se mantienen sentados hasta que comienzan a desplazarse puede alargarse bastante tiempo, por lo que es necesario encontrar formas de entretener y a la vez estimular a nuestros bebés

2. Los niños con síndrome de Down nacen con un cerebro aún inmaduro. La principal forma de estimular el desarrollo de su cerebro es a través de procesos sensitivos, motores y afectivos.  El cesto de los tesoros estimula el cerebro de estas tres formas:

  • A nivel sensitivo, está recibiendo estímulos sensoriales por sus cinco sentidos
  • A nivel motor, desarrolla la psicomotricidad fina y la coordinación ojo-mano
  • A nivel afectivo, procura un momento de intimidad con su madre/padre, favoreciendo el vínculo afectivo

3. Fomenta la capacidad de elección por parte del bebé y por tanto su sensación de autonomía

4. Favorece la adquisición del lenguaje si poco a poco vamos nombrando los objetos

Cómo elegir los objetos

Aunque se trata de objetos cotidianos que tenemos en casa, es necesario que cumplan una serie de requisitos:

Que estimulen los 5 sentidos

Los bebés emplean todos los sentidos para explorar, al contrario que los adultos que nos solemos limitar a la vista.

SABOREAR: Chupar es fuente de gran satisfacción, sólo debemos tener cuidado de que estén  limpios y no supongan un riesgo de atragantamiento. Es el bebé quien decidirá lo que sabe bien o mal. Si se le ofrece algún alimento, como limón o manzana habrá que retirarlo al día siguiente.

MIRAR: No es necesario que haya fuertes contrastes, como en los 3 primeros meses. Ahora puede apreciar los colores naturales y suaves.

OIR: Las legumbres crudas dentro de tarritos cerrados producen sonidos diferentes, igual que las campanillas, vasitos de metal o cucharas al ser golpeadas.

TOCAR: Las cosas cuya superficie presenta una textura distinta son especialmente intrigantes, también las piedras pulidas, las piñas o las conchas.

OLER: El bebé tiene un sentido del olfato especialmente desarrollado, para este caso es muy interesante hacer saquitos sensoriales de aromas con especias, café, flores secas, lavanda, vainilla, canela, etc.  (Una forma sencilla de hacer los saquitos es con calcetines que se le han quedado pequeños o que estén desparejados, puedes consultarlo en la web de slowfunkids )

Recuerda que habrá que ir cambiando los objetos para que no pierdan el interés, pues se trata de una actividad de descubrimiento

Que sean seguros

Aunque no les vamos a dejar solos, sino que les estaremos acompañando, es muy importante que los objetos sean seguros.

Las medidas de seguridad son:

  • Que no tengan bordes afilados.
  • Que sean lo suficientemente grandes para que no se los puedan tragar.
  • Que no tengan piezas pequeñas que puedan desprenderse.
  • Que no tengan pintura tóxica
  • Que se puedan lavar y secar

Que sean naturales

Es mejor evitar el plástico porque aporta poca información sensorial.

Podemos elegir los siguientes materiales:

  • MADERA: cucharas y tenedores, peine de cerdas suaves, una brocha gorda, mortero…
  • METAL: colador, cucharitas, moldes pequeños, varillas de batir, flaneras, botes con sus tapas….
  • TEJIDO: trozos de tela, toallas, pelota de tenis, una manopla, lazos de raso, ovillos de lana, retales de fieltro, cuero …
  • ELEMENTOS DE LA NATURALEZA: esponjas, frutas, piñas, conchas grandes….

Recuerda que es su momento de exploración y descubrimiento por lo que nuestra misión es simplemente acompañarles, crear ese momento afectivo en que notan nuestra presencia, pero sin dirigir su atención, ni interferir sobre cómo coger o usar los objetos.


Como ves, éste es un recurso muy sencillo que aporta grandes beneficios a nivel neuronal y con el que disfrutará enormemente de la experiencia de explorar y descubrir  

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